miércoles, 15 de julio de 2009

MAESTRO ISMAEL GARZON TRIANA

Un legado de Justicia, Amor y Paz fue entregado a la humanidad por voluntad Suprema y a través del Mensajero Supremo de Dios, quien sometiéndose a las leyes del plano, toma nuevamente materia, llevando el nombre de Ismael Garzón Triana. Este Maestro, de nacionalidad colombiana, vivió y desencarnó en la ciudad de Ibagué, Departamento del Tolima. En la Vereda Pástales (cañón del Caí en las vertientes del nevado del Tolima), un viernes, a las 3:00 pm, del16 de abril de 1920, en el seno de la familia Garzón Triana, el Maestro Ismael ve la luz del mundo. Sus padres Cayetano Garzón y María de la Paz Triana, quienes en ese tiempo tienen nueve hijos; los mayores Celestino y Carmen Tulia, al quedar huérfanos, primero de padre y luego de madre, ayudan a la crianza de los demás. Ismael tiene para esa época 10 años y queda bajo la orientación y guía de uno de sus tíos. En 6 meses aprende a leer y a escribir; a los 15 años busca trabajo. Su obrar recto y su pensamiento claro, siempre procurando el bien de los demás, le genera respeto y aprecio en todas partes. Así transcurre su vida hasta los 20 años.

En Cali presta el servicio militar, y al regresar trabaja como empleado en la empresa Croydon del Pacifico. Mientras labora allí se ve sometido a una carga extraña de abatimiento y desazón, así que busca ayuda y se da cuenta que su enfermedad es de origen espiritual. De modo que comienza a trasegar en busca de ayuda y, al hallarla, se produce el descubrimiento de su gran misión.




En la ciudad de Cali, en un Centro Espiritual, adscrito a las enseñanzas de Allan Kardec, llamado “Verdad y Vida,” es admitido y ayudado. Ahí, un Maestro espiritual le aclara que su enfermedad refleja el despertar a la Sabiduría Divina y que, por ende, su curación se dará una vez fuese asumida su consistencia espiritual de Ángel Supremo en expresa misión de enviado de Dios a la Tierra. Recibe protección y ayuda, porque su misión es igual a la que cumplió, cuando su mismo radiante espíritu, encarnado en aquel glorioso Jesús de Galilea, trasegó el plano terrestre fijando las Leyes del Amor. Recibe irradiación por medio de los siete rayos correspondientes a los siete astros. Un Ángel le anuncia el “despertar” de la enseñanza de Jesús, ahora a cargo suyo, como Maestro “Ismael”. Constituido en un cáliz dorado, recibe el mundo en sus manos, como también las llaves de los planos y los astros y con ello el testimonio universal de la Altura a la Tierra. Al mismo tiempo queda curado y reconocido como enviado de Dios a la Tierra. Así nace su obra. Ismael es reconocido como la gran Luz del Universo. Ya, en el papel de Mensajero Supremo, empieza el recorrido por todo el país: Llanos orientales, Popayán, Flandes, Nariño, buscando semillas, buscando en quien dejar y extender su obra. Varios lo siguen y lo ayudan; hace oraciones, reconoce espíritus que lo acompañaron en su cruzada como Jesús, recibe la orden de que su obra no estará en el comercio como un libro cualquiera, no será vendido, ni regalado, por cuanto representa el “Tesoro Espiritual de Siete Generaciones”.

Su fama crece y llegan a identificarlo como Jesús; habla en parábolas, pero sus palabras no son entendidas. Abre Centros de Estudio, da grandes enseñanzas. En Flandes establece una larga permanencia y encuentra su compañera conyugal, con quien tiene dos hijos, varones, siendo ella la única mujer con la que hace hogar en toda su vida.

Se dedica a la investigación astral, completa su Obra y en 1967 todo queda en manos de Silvia Esperanza Ruiz, su secretaria. Todo esto ocurre en Popayán, allí le es entregada la rotación de los Astros. Luego regresa a Ibagué, organiza la despedida del año y se reúne con los directores de su Estudio, lo cual ha institucionalizado para mantener la fuerza y el orden al interior de su Obra. Así mismo, habla de la cruzada de Jesús, de la Verdad Suprema y de la incidencia de esta en el mundo, estableciendo normas que han de servir a su enseñanza. Explica ampliamente el poder implícito en su plegaria “Primavera”.

En 1969 reorganiza su enseñanza, trata de conseguir una entrevista con Carlos Lleras Restrepo, Presidente del país, pero le es negada, sin embargo tramita y consigue la personería jurídica de su Estudio, en la Gobernación del Tolima.

En su propia casa despide el año, pide amor y comprensión. En el año 1970, por última vez se reúne con los directores, da a conocer que existe en el Vaticano un gran libro de filosofía, escrito por Martín Lutero. Da grandes enseñanzas sobre los tesoros en la Tierra, sobre los vicios y sobre los políticos.

Dice: “Esta es la Ley y esta es la Obra que doy como testimonio a los futuros hermanos”.

Esta Obra, fundamentada en textos de su propio puño y letra, lo cual él mismo denomina “Las 39 Páginas”, nace en Cali, se funda en Flandes y se imprime en Ibagué, en 1970. En este año termina sus escritos y da gracias a Dios.

En esos días se enferma extrañamente, es atendido por médicos corporales, los cuales nunca consiguen determinar el tratamiento sanativo del caso, mientras que grandes Entidades de la Altura dan a conocer que es la voluntad del Padre. El día 29 de agosto de 1970, a la 1:00 pm, deja de existir corporalmente. Es sepultado el 30 de agosto a las 4:00 pm, entre extraordinarias manifestaciones de la naturaleza, evidenciando el impacto cósmico de su desencarnación, de la misma manera como aconteció, cuando desencarnó siendo Jesús.
Este Maestro, como Mensajero Supremo de Dios, a cuyo cargo siempre ha estado la entrega de Leyes Divinas para cada Era y Generación, deja, precisamente, un legado de Paz a través de la Ley del Perdón, debidamente implementada en los Estudios y prácticas de su Obra.

POLICARPA SALAVARRIETA

Hija de Joaquín Salavarrieta y Mariana Ríos, tuvo cinco hermanos, ya que uno murió en el embarazo. No hay claridad sobre su nombre completo y preciso, como tampoco sobre la fecha y el lugar de su nacimiento. Con relación a su nombre, existen varias fuentes: su padre la llamó Polonia al otorgar el poder de testar, y con ese mismo nombre la hizo figurar el presbítero Salvador Contreras al formalizar el testamento, el 13 de diciembre de 1802; sin embargo, su hermano Bibiano, el más cercano en afectos, compañero suyo en Santafé, la llamaba Policarpa; también la llamaba Policarpa doña Andrea Ricaurte de Lozano, en cuya casa vivió y en cuya compañía se hallaba en el momento de ser reducida a prisión; Policarpa la llamó Ambrosio Almeyda, quien conspiró con ella y recibió su protección; en su falso pasaporte, expedido en 1817, se le denominó Gregoria Apolinaria; contemporáneos suyos, como el mismo Almeyda, José María Caballero, José Hilario López ó Francisco Mariano Fernández, la llamaron simplemente la Pola. No obstante, el nombre con el que es más conocida y como posteriormente se le ha denominado en todos los homenajes póstumos, es Policarpa Salavarrieta. Su fecha y lugar de nacimiento también son materia de confusión y debate. La versión más popular dice que ella nació en Guaduas (Cundinamarca) el 26 de enero de 1795.[1] Pero nada de ello se ha podido probar por falta de documentos legales. Rafael Pombo afirmó que ella nació en Mariquita y José Caicedo Rojas lo confirmó en Bogotá. En un esfuerzo por reconciliar las diferentes versiones en los libros de historia, la Academia Colombiana de Historia dio su fallo final a favor de la población de Guaduas.[2]

Aprendió a leer y escribir, lo cual era poco común para una mujer entonces. Después de la muerte de sus padres vivió en Tena durante una epidemia de viruela. Viajó a Santafé de Bogotá, donde trabajó como costurera asalariada para María Matea Zaldía. Se hizo entonces partidaria de la causa patriota y tras la ocupación española de la ciudad el 16 de mayo de 1816, se vinculó con el movimiento clandestino de los hermanos Vicente y Ambrosio Almeyda. Organizaron a jóvenes que habían sido reclutados a la fuerza por las tropas realistas, para desertar del ejército español y conformar guerrillas patriotas que actuaba en Cundinamarca (Chocontá, Suesca, Tenjo y Nemocón).

Policarpa fue entonces a Guaduas, algunos dicen que fue maestra, sin embargo para la época era poco probable que una mujer ejerciera esa labor a menos que fuera religiosa. Allí cumplía tareas del movimiento clandestino. Vivía un intenso romance con el también patriota Alejo Sabaraín, a quien había conocido en la clandestinidad. Provista de pasaportes falsos, ella y su hermano llegaron a Santafé asediada por el terror realista. Aparentemente era empleada del servicio doméstico de Andrea Ricaurte Lozano, pero en realidad la casa era el centro de la subversión patriota. Desde allí Policarpa desplegó una amplia labor de información y contactos para los guerrilleros, cuyo movimiento ya coordinaba las fuerzas de los Almeyda con la de guerrillas de Casanare y Arauca, dirigidas por Manuel Röergas de Serviez, Ramón Nonato Pérez y Francisco de Paula Santander.

Los españoles lograron descubrir la organización clandestina de la ciudad, usando al informante Facundo Tovar. Esto obligó a sus integrantes a huir para vincularse directamente a las guerrillas. Parte de los fugitivos fueron detenidos con un informe escrito por La Pola sobre sus actividades, dirigido al comando guerrillero. Policarpa fue detenida por el sargento Iglesias, quien siguió a su hermano Bibiano hasta su escondite. Posteriormente fue apresada en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, juzgada en consejo de guerra el 10 de noviembre de 1817 y fusilada el 14 de noviembre en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá, al lado de su novio, Alejo Sabaraín y otros seis patriotas. Sus restos se encuentran en el panteón de los héroes de la independencia en la Iglesia de la Veracruz en Bogotá.[1]

El gobierno español concentró entonces una ofensiva contra las guerrillas de Cundinamarca que tuvieron que replegarse a Casanare, donde continuaron la lucha hasta unirse con las tropas de Simón Bolívar en 1819.

domingo, 12 de julio de 2009

Allan kardec

Su nombre real era Hippolyte Leon Denizard Rivail, nació el 3 de octubre de 1804, en Lyon, Francia, sus padres fueron Jean Baptiste-Antoine Rivail, magistrado y juez, y Jeanne Duhamel.
Contrajo nupcias con Amelie Gabriele Boudet el 6 de febrero de 1832, quien lo acompañó en todas sus inquietudes literarias y pedagógicas, y especialmente en la grandiosa tarea de codificar la Doctrina Espírita, así como, en los momentos difíciles.
Realizó sus estudios primarios en Lyon, Francia y completó su bagaje escolar en Iverdun (Suiza).
Hablaba correctamente el francés su lengua natal, el alemán, inglés, italiano y español y podía expresarse en holandés.
Allan Kardec elaboró las reglas y los postulados fundamentales de la Doctrina Espirita, en el transcurso de su última existencia física, en Francia. El dio cuerpo y disciplina a los principios espirituales que investigó y afirmó en su memoria espiritual, después de tres milenios de variadas encarnaciones, vividas en diversas latitudes geográficas de nuestro planeta.
En Egipto fue Amenofis, estudioso médico del “Libro de los Muertos”, asimilando los fundamentos hermetistas; en la India, profundizó los conocimientos de los Vedas, desarrollo el poder mental, estudiando el proceso de la Ley del Karma y el conocimiento de la Reencarnación y se le conoció como el “Maestro del Silencio”. En Caldea vivió como Shiranosóstri entre los magos babilónicos. Grecia lo conoció como elevado hierofante del Templo; vivió en Siria y en Persia investigando los fenómenos de las fuerzas ocultas de la naturaleza; con el pueblo Judío peregrinó por las regiones que sirvieron de escenario para la vida del Sublime Jesús, acompañando conmovido, las investigaciones de los “archivos siderales” de las bases evolutivas del Cristianismo; además, participó de las ceremonias de los Druidas en la Galia.
Hermes, Krisnha, Lao Tsé, Fo Hi, Zoroastro, Rama, Buda y el divino Jesús, le influenciaron el alma poéticamente por algún tiempo, aunque era francés y criado y educado baja una severa disciplina científica, actuaba en su mente sensibilizada el pasado de intensa actividad espiritual, la evocación de sus prolongados pasajes por las instituciones espiritualista y templos religiosos de todos los pueblos. Su espíritu, insaciable en la búsqueda de la Verdad, había investigado las diversas fuentes humanas de la revelación espiritual, pero siempre se mostró adverso a las prácticas excéntricas, fórmulas complicadas o dogmatismos infantiles.
Fundó en París, con su esposa Amélie Gabrielle Boudet, un establecimiento semejante al de Yverdon. Escribió gramática, aritmética, estudios pedagógicos superiores; tradujo obras inglesas y alemanas. Organizó, en su casa, cursos gratuitos de química, física, astronomía y anatomía comparada.
Miembro de varias sociedades sabias, notable de la academia Real de Arras, fue premiado, por concurso en 1831, con la monografía ¿”Cuál es el sistema de estudio en más armonía con las necesidades de la época”?. Entre sus obras se destacan: Curso práctico y teórico de aritmética según el método de Pestalozzi (1824); Plan para la mejora de la instrucción pública (1828); Gramática francesa clásica (1831).
Fue en 1854 que el profesor Rivail, oyó hablar de las mesas giratorias, fenómeno mediúmnico que agitó Europa. En París, hizo sus primeros estudios de Espiritismo. Aplicó a la nueva ciencia el método de la experimentación: nunca formuló teorías preconcebidas, observaba atentamente, comparaba, deducía las consecuencias; buscaba siempre la razón y la lógica de los hechos. Interrogó a los espíritus, anotó y ordeno los datos que obtuvo. Por eso es llamado el Codificador del Espiritismo. Los autores de la Doctrina son los Espíritus Superiores. Al principio, Rivail objetaba apenas su propia instrucción. Más tarde, cuando vio que todo aquello formaba un conjunto y tomaba las proporciones de una doctrina, decidió publicar un libro, para instrucción de todos. Así, publicó El Libro de los Espíritus el 18 de abril de 1857. Adoptó el seudónimo de Allan Kardec, en referencia a una existencia, para diferenciar la obra espírita de la producción pedagógica anteriormente publicada.
En enero de 1858 publicó la Revue Spirite (Revista Espírita) y en abril del mismo año fundo la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas. Enseguida publicó, Que es el Espiritismo (1859), El Libro de los Médiums (1861), EL Evangelio según el Espiritismo (1864), El cielo y el Infierno (1865) y La Génesis (1868). Kardec desencarnó en París, el 31 de marzo de 1869, a los 64 años, por una parada cardiovascular. Su cuerpo se encuentra en el cementerio Père-Lacaise, en la capital francesa. Sus amigos reunieron textos inéditos y anotaciones, en el libro Obras Póstumas, lanzado en 1890.